No importa quién eres, qué haces o qué has hecho hasta el momento, ni mucho menos en qué etapa de la vida te encuentres, hay algo que, si o si, deberías incorporar en tú rutina y estilo de vida, disfrutar de todos los beneficios que te ofrece un buen masaje.
Sucede en la mayoría de las personas que cuando escuchan la palabra masaje, cambia por completo la expresión de su cuerpo, pero sobre todo, la de su rostro, comienzan a tener una respuesta automática de su cerebro pensando en cada molestia o dolor que se refleja en su cuerpo como consecuencia de la carga diaria y todos los estímulos estresores de la vida cotidiana. Sin embargo, de nada sirve reconocer el malestar de nuestro cuerpo si no estamos dispuestos a hacer mayor cosa para resolverlo, pensando siempre en “debo agendar un espacio para mí”, como si de una ocasión especial se tratara. Nuestra integridad y bienestar no es negociable, es una necesidad que debemos atender a diario, es una obligación con nuestro cuerpo y nuestra mente, no es un lujo que debemos dejar solo para “ocasiones especiales”.
Los masajes, más allá de ser un autorregalo ocasional se deberían convertir en una necesidad básica dentro de nuestro estilo de vida, que sea la forma de desconectarnos con el entorno para conectarnos con nosotros mismos.
Y entonces, ¿por qué deberías hacerte masajes con frecuencia? A continuación te detallamos varios por qué:
Mejoran tus molestias musculares por estrés o malas posturas.
Estimulan tu sistema inmunológico.
Relajan todos tus músculos, eliminando no solo los dolores musculares sino también mejorando la movilidad y flexibilidad.
Desintoxican tu cuerpo, mejorando la circulación sanguínea y estimulando el sistema linfático. Las toxinas no solo son físicas, el cuerpo tambien se intoxica con emociones y pensamientos negativos.
Liberan tus emociones, soltando todo lo reprimido en el cuerpo.
Alivian el dolor, dado que es un tonificante y relajante de todo el sistema nervioso.
Aclaran tu mente, ya que cuando el cuerpo y la mente se encuentran relajados favorecen una mejor toma de decisiones.
Fortalecen tu autoestima y tu amor propio.
Los masajes son esos momentos holísticos que nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida y que nos benefician en cuerpo, mente y espíritu, por eso, insistimos en que son la mejor manera de consentirnos y de mantener nuestra vida en equilibrio.